Los aljibes están situados en una antigua cañada, un camino real que a través del paso por la Sierra de Cazorla unía el Altiplano granadino con el Valle del Guadalquivir. Este largo camino dio pie a la formación de enclaves que permitían la posibilidad de dar agua a las bestias y poder hacer una parada o descanso antes de continuar. De esta forma surgió el primer aljibe, que data del SXII. La intervención pretende recuperar este espacio, poniendo en valor los restos de las estructuras de los aljibes.
Una plaza excavada que recupera la antigua cota del terreno, por la que se accedía al interior de los aljibes, hace posible entender la importancia de este lugar.
Para la puesta en valor de los aljibes, IARQUITECTURA proyecta una intervención mínima. Una vez terminados los trabajos de caracterización y datación arqueológica se procedió a protegerlos mediante el relleno controlado de las estructuras. Se colmató hasta una cota suficiente para evitar el riesgo de acumulación de agua y suciedad. Evitando así su deterioro.
Sobre el relleno antes descrito se procedió a la colocación de un vidrio de machaqueo, que nos da una imagen parecida al agua que contuvieron alguna vez.
Este vidrio de la casa Crismol, es usado por Cosentino para la elaboración de varios de sus productos.
Y, para finalizar, a través de una serie de paneles se explicó la importancia de estos aljibes para el municipio.